El Cairo — 23:55 p.m.
Desde el campanario de la torre del reloj, Kakyoin extendía su alma en forma de red.
Hierophant Green cruzaba el aire nocturno como una telaraña de esmeralda.
—¡Si está dentro del rango físico de su Stand… entonces puedo descubrirlo!
¡Solo necesito… ver cómo ataca!
Cada hilo era una línea de esperanza.
Abajo, sobre las calles vacías y rotas por el terror, DIO caminaba en línea recta.
Brillaba.
No de luz.
De certeza.
Lo oyó.
La red.
El movimiento.
No le importó.
Porque ya lo había decidido.
—Za Warudo.
Y el mundo… se detuvo.
[Tiempo detenido: 9 segundos.]
[Objetivo: Noriaki Kakyoin. Condición de muerte: inminente.]
[Estado de Lisa Lisa: contacto activo con entidad Leo — sincronización narrativa habilitada. Movimiento durante el cese del tiempo: permitido en 6 metros.]
Todo cesó.
Los cables eléctricos dejaron de vibrar.
Las gotas de sudor colgaban en el aire.
Los ojos de Kakyoin no podían parpadear.
Ni siquiera su respiración podía avanzar.
Pero dos entidades aún podían moverse.
DIO.
Y Leo.
DIO ascendió entre estructuras de concreto, caminando por el flanco de la torre como si el universo le hubiera dado permiso.
Su silueta era la de un depredador.
Llegó a la altura de Kakyoin, flotando.
Su puño se tensó.
The World apareció tras él, inmóvil pero glorioso.
DIO murmuró con deleite:
—Muere sin saber.
Esa es tu tragedia.
Y justo cuando su brazo retrocedía para atravesar el cuerpo suspendido de Kakyoin…
el espacio tembló.
Leo emergió de una grieta narrativa en la estructura del reloj, como una palabra mal insertada en un párrafo perfecto.
Su grimorio giraba con violencia.
Las páginas abiertas brillaban con un blanco que no era tinta, sino ruptura.
[Habilidad activada: "Interferencia de Línea Inconclusa"]
[Resultado: interrupción simbólica de evento cerrado.]
Leo empujó a Kakyoin fuera del punto fatal.
El golpe de The World cortó el aire, pero no carne.
DIO abrió los ojos.
—¿Qué…?
A seis metros, sobre otra cornisa, Lisa Lisa se sostuvo del borde de la azotea.
Su cuerpo aún podía moverse.
No por fuerza.
Sino por conexión.
[Narrativa compartida con Leo: rango limitado. Movimiento temporalmente habilitado.]
Ella miró lo imposible.
Vio a su salvador de otra época…
interrumpiendo el tiempo.
—¿Qué… eres…?
Cuando el flujo temporal regresó,
todo ocurrió al mismo tiempo.
CRACK.
La estructura crujió.
Hierophant Green se retrajo.
Kakyoin rodó por el borde, aún vivo.
Joseph apareció en la escena, corriendo entre callejones.
Y DIO descendió lentamente, flotando en silencio, con los ojos clavados en Leo.
Su ceño se arrugó.
Su voz era un susurro entre dientes.
—Ese cuerpo…
ese rostro…
J-jojo?.
Leo no respondió.
No necesitó hacerlo.
DIO apretó los puños.
—¡Ese es el cuerpo de Jonathan Joestar…!
Lisa Lisa, desde lo alto, tragó saliva.
El aire pesaba.
Joseph se detuvo a metros de ellos.
Kakyoin jadeaba.
Leo, en cambio, estaba firme.
Quieto.
—No.
Ya no es suyo.
Ni de Jonathan.
Ni del destino.
Ahora me pertenece a mí.
[Canon alterado con éxito. Kakyoin: salvado.]
[Influencia narrativa ganada: +12%. Total actual: 50%.]
[Presencia reconocida por antagonista principal. Activación de conflicto mayor: inminente.]
DIO entrecerró los ojos.
—Entonces tú no eres un Joestar.
Eres… otra cosa.
Leo solo sonrio macabramente.
—Soy el margen.
Y he venido a tacharte.